Si por una opción de desarrollo profesional, se elige el traslado a un nuevo destino, así sea un nuevo país o una nueva ciudad dentro del mismo país, es importante considerar ciertas decisiones que son fundamentales para alcanzar una transición lo más “confortable” posible.

No se puede negar que este tipo de cambio trae algo de estrés y expone a cualquiera a nuevas condiciones que hasta ese momento nunca había vivido. Pero si planifica con cierto criterio, y además se tiene la suerte de compartir la aventura en pareja o en familia, es más fácil sobrellevar la transición en forma positiva.
Voy a dividir las decisiones en dos. Por un lado, aquellas que se focalizan en la inmersión del profesional en su nuevo puesto y empresa, y por el otro, aquellas más relacionadas con la experiencia de vida en el lugar al que se está llegando.
El nuevo puesto
Aquí valen las recomendaciones que igualmente se usan para el tradicional cambio de puesto dentro de una misma empresa, o en una posición en otra empresa dentro de la misma ciudad. No varían mucho los tips así se haya trasladado de país o de ciudad, aunque exigen sí en estos casos una mayor sensibilidad y tacto para “leer” aspectos culturales dentro y fuera de la nueva empresa, pues cambian algunos códigos de comunicación, y algunas formas y costumbres.

Hay bibliografía particular que aborda los tres o cuatro primeros meses de gestión en una nueva posición (recomiendo “Los Primeros 90 días”, de Michael D. Watkins). Yo puedo compartir lo que ha sido relevante como resumen de todos mis cambios en los 90 primeros días:
- Entender el contexto I (donde está uno parado). Para ello, es bueno conocer a las personas con quienes tendré interacción. A nivel interno, los jefes, los partners y los colaboradores que dependen de mí. Externamente, habrá que interactuar y entender si se puede qué piensan los accionistas, los propios clientes, los proveedores clave o estratégicos, por qué no los competidores, las cabezas sindicales, y hasta funcionarios del gobierno de turno (si es que hay una relación directa con la empresa)
- Entender el contexto II. Cómo le está yendo a la empresa. Cuáles son los indicadores de gestión de empresa y cómo está siendo su evolución (si a la empresa le va bien o lo va mal). Entender cuáles son las fortalezas y debilidades, las oportunidades y riesgos de la industria, etc.
- Preparar hacia el final de los 90 días (aún con la información insuficiente que se tenga) un primer borrador del PLAN con los principales objetivos y acciones que hay que hacer para cumplirlos, separando aquellos que son urgentes e importantes de los que no son ni urgentes ni importantes… el plan será para los próximos 6 meses o próximos 12 o 18 meses… dependiendo del tipo de empresa, situación que se vive, etc (si la empresa está en una situación critica, a punto de liquidarse o ser vendida, etc, probablemente no haya tiempo ni de esperar 90 días para tener un Plan, y se pida algo urgentísimo). Distinto es el caso de una empresa más estable, que puede planificar a largo plazo, para la que puede permitirse un esbozo de plan a 12 o 18 meses.
- Tan importante como preparar un Plan es llegar a comunicarlo. Aquí se hace esencial establecer el modo, cuándo, a quién, cómo, considerando los distintos stakeholders. Se empieza con los jefes, o superiores o si se es CEO, el o los accionistas, para pasar después a comunicar a los reportes directos, los pares y resto de la empresa. Dependiendo de la influencia de la posición obviamente, será deseable abrir la comunicación al mercado, los clientes, la prensa. Ojalá que el mensaje sea siempre transparente, abierto y constructivo, pues ese debiera ser el aporte del nuevo profesional.
- (Especialmente para líderes) En el mensaje inherente del Plan, además de fijar objetivos y acciones, se hace importante acompañar algunas características personales del individuo que acaba de llegar, que adelanten de cierta forma a qué hay que atenerse con el nuevo profesional. No solo es importante dar a conocer su background, sino ciertas “pinceladas” de como será su estilo de gestión. Por ejemplo, apenas arribado a Varsovia a mi se me ocurrió leer en un polaco imperfecto el speach de bienvenida como CEO. El mensaje subliminal no era medir mi facilidad para los idiomas (por cierto, el polaco es de lo más complejo de pronunciar), sino el de proponer cercanía, humildad y ánimo de aprendizaje. Todos valores éstos que entusiasman a un equipo de personas, cualquiera sea su origen o nacionalidad.
- Al final de los 3 o 4 meses del Plan, debe haber un recuento de todos los objetivos e iniciativas propuestas al inicio y ver qué tantos aciertos y desvíos ha habido. La parte del control del plan lo cierra, y le da rigurosidad y por cierto gran credibilidad a quien lo ha propuesto.
Más allá del trabajo

Como comenté antes, no sólo hay decisiones sobre el nuevo puesto, sino muchas otras que hay que considerar:
- Asumiendo que las condiciones económicas con el empleador o accionista fueron fijadas previamente al arribo al lugar, recomiendo chequear en forma inicial cómo se liquidan los sueldos con base mensual, qué sucederá con los bonos variables anuales o de largo plazo, cómo afecta el impuesto a la renta (en este caso aprendí que siempre debe negociar el monto líquido o neto de un sueldo, y que todo el calculo del “gross” para llegar al bruto lo haga la empresa). También entender qué pasa con el aporte de seguridad social y/o pensiones y cómo se podrá acceder a esos ahorros en el futuro en ese país, independientemente el ejecutivo ya no esté en la empresa. El momento para revisar estos temas es al mes de ingresar, pues si hay que corregir algún malentendido, es mejor hacerlo cuanto antes especialmente porque están disponibles quienes acordaron las condiciones. (En una corporación uno nunca sabe los destinos de sus miembros en el tiempo).
- Si se habla de expatriación, en general las corporaciones soportan beneficios adicionales que también deben negociarse y chequearse inmediatamente apenas trasladados. Aquí se incluye alquiler de vivienda, colegio de los niños, traslados en avión, y mudanzas. Hay otro beneficio que generalmente se pone a disposición y es una asesoría tributaria para ayudar al expatriado con sus distintas fuentes de ingreso si tuviera.
- En lo personal, convengamos que no es lo mismo trasladarse solo, que en pareja o con familia. Si fuera este ultimo caso, la decisión inicial gira en torno a la elección del colegio de los niños. Una vez elegido (y que se haya conseguido poder ingresar a los niños), recién ahí viene la decisión del alquiler de la casa (que en general debe estar cerca del colegio). Asimismo, habrá que elegir hacer mudanza o comprar muebles de cero, o una combinación de ambas.
- Hay ciertos tramites legales que son esenciales, como la obtención de una cedula de extranjería, o el permiso de conducir, o el correspondiente registro de residencia en la embajada del país de origen. Darse de alta en el servicio de salud correspondiente también es clave especialmente si hay niños menores.
- Una vez que está la pareja o la familia, en un colegio, con una casa, afiliado a un hospital y hasta manejando un auto, viene entonces la interacción en sociedad. En general los expatriados se relacionan con expatriados, pues todos están viviendo prácticamente el mismo tipo de experiencia. Empiezan naturalmente las relaciones con los vecinos, los colegas de empresa, expatriados y asociaciones de misma nacionalidad o nacionalidades afines, y fundamentalmente las familias del colegio de los niños.
- Conocer dónde están los hospitales, los supermercados, las farmacias, los códigos de conducta, cómo estacionar, cómo pagar la luz, el gas, internet, qué hacer los fines de semana, dónde poder ir un fin de semana de paseo, el manejo del tipo de cambio, etc… Mi experiencia me dice que son todos aprendizajes que se terminan de completar al año de estar en un lugar. Cuando la Tierra da una vuelta completa alrededor del Sol, recién allí empiezan a repetirse las estaciones, los feriados, las costumbres, ciertos códigos de convivencia, y se constatan los patrones de la vida en sociedad. (Recuerdo de nuestra estancia en Eslovaquia donde descubrimos que el frio intenso del invierno traía aparejado varios hábitos novedosos. Entre ellos, el cambio de neumáticos en los autos… pues hay neumáticos de invierno y neumáticos de verano, y además durante el invierno hay que llevar cadenas obligatoriamente… casuística que no habíamos vivido en Latinoamérica).

Concluyo que cambiar de lugar como modo de desarrollo profesional y personal siempre es una opción válida que nos potencia como individuos. A veces se da en forma libre y sin condiciones, y otras con exigencias o por necesidad. Independientemente de las circunstancias, los momentos iniciales de un traslado pueden ayudar a que la vivencia en un nuevo país y/o nueva ciudad construyan una gran experiencia de trabajo y de vida.